WILHELMSHAVEN/LEIPZIG (dpa-AFX) – El uso de cloro para limpiar la terminal de importación de gas natural licuado (GNL) de Wilhelmshaven es legal. Así lo decidió el Tribunal Administrativo Federal de Leipzig, según anunció su oficina de prensa. La organización ecologista Deutsche Umwelthilfe había presentado una demanda contra el uso de biocidas en la explotación del buque terminal “Hoegh Esperanza”.
Los ecologistas temían que el vertido de aguas residuales cloradas dañara el vecino mar de Wadden. El Tribunal Administrativo Federal ha desestimado ahora la demanda. Declaró que el proceso se ajustaba al estado de la técnica exigido por la ley.
Deutsche Umwelthilfe quería que el Hoegh Esperanza pasara a funcionar sin biocidas. Según el operador Uniper, el uso de biocida en forma de cloro activo es necesario para evitar que los sistemas de agua de mar del barco se llenen de algas y mejillones.
La demanda se dirigía contra una licencia en virtud de la ley de aguas para la terminal flotante, que fue concedida por la Agencia de Gestión de Aguas, Costas y Protección Medioambiental de Baja Sajonia (NLWKN).
La autoridad anunció por última vez en septiembre que las aguas residuales cloradas procedentes del proceso de limpieza no habían tenido hasta el momento ningún efecto negativo sobre el Jade y se remitió a la vigilancia en curso de la ecología del agua.
Tribunal: el método de ultrasonidos aún no está probado
Según el tribunal, Deutsche Umwelthilfe había argumentado que el proceso de electrocloración no estaba a la última, pero que el proceso de ultrasonidos sin biocidas sí lo estaba.
El Tribunal Administrativo Federal señaló que aún no se había demostrado la idoneidad del proceso ultrasónico. “El uso previo en buques de navegación marítima no es suficiente para suponer su idoneidad práctica”, afirmó en el comunicado. El método de ultrasonidos se está probando actualmente en el segundo buque terminal flotante de Wilhelmshaven. Esto no puede considerarse una prueba práctica./len/DP/mis